El perdedor ganador

Una de las fotos más impactantes de los JJOO.
Dorando Pietri en los JJOO de 1908.

El maratón es una de las pruebas más difíciles y duras de los JJOO. En los juegos de Londres en 1908, se estableció por primera vez los 42,195 kilómetros que dura la prueba. Pero la curiosidad de esa prueba no iba a ser el nuevo modelo, sino un atleta italiano llamado Dorando Pietri. La historia de este pequeño corredor llegaría a sensibilizar a todo el mundo, incluso le ayudaría para saltar a la fama. 

Una de las preguntas que se hace mucha gente es el porqué de la distancia recorrida en un maratón. Los kilómetros que recorrió Filípides para enviar el mensaje de la victoria en la guerra del ejercito griego sobre los persas en el año 490 a.C. fueron justamente 42,195 kilómetros, la distancia que separan las ciudades de Atenas y Maratón. 

Pietri durante la prueba.

El 24 de julio se iniciaría esta carrera que acabaría siendo histórica. Los 56 participantes tuvieron que soportar un día bastante caluroso en Londres. Al finalizar la carrera la mitad se acabaron retirando. A mitad de la carrera un canadiense dominaba la prueba, pero poco kilómetros después, Tom longboat, empezó a flojear en su zancada. Sus ayudantes de equipo intentaron reanimarle pero finalmente se quedó tendido en el suelo. Después de esta retirada sería el turno del sudafricano colocarse en primera posición. En el kilometro 30 sacaba casi cinco minutos a su perseguidor, el italiano Dorando Pietri. En el kilometro 38 el pequeño corredor italiano alcanza al lider y le deja descolgado. La estatura de Pietri no llegaba al 1,60 y pesaba unos 60 kilos. En el kilómetro 40 la ventaja adquirida es casi insalvable, y el ganador estaba prácticamente decidido. 

El esfuerzo realizado fue tal que los dos últimos kilómetros se hicieron eternos. “Soy primero. Podía disminuir la marcha, pero a la vez estoy lleno de una furia que me hace correr más deprisa (…) Ahora que el camino está libre delante de mí no sé frenarme. Paso entre dos filas llenas de público que no veo, pero huelo. Miro siempre al frente buscando algo que no veo aún, porque la carretera tiene muchas curvas (…) Ahora veo allá, al fondo, una masa gris que parece un buque con el puente abanderado. Es el estadio. Después no recuerdo nada más”. Estas fueron las palabras de Pietri días después de la carrera para el diario italiano Corrirere della Sera. 

Uno de los momentos en los que Petri es ayudado.

Nada más entrar en el estadio su fatiga le jugó una mala pasada y se equivoco de sentido al entrar a la pista. Los jueces, redirigieron a Pietri que había perdido la conciencia. Con el tambaleo de las piernas se caia cada dos x tres en la ceniza de la pista del estadio. Los médicos ayudaron a levantar al corredor una y otra vez, ya que él no quiso abandonar a pesar de su estado. Finalmete tras los masajes y reanimaciones Pietri llegó a la meta. Tardó más de 9 minutos en recorrer los últimos 350 metros. Su tiempo final fue de 2 horas 54 minutos y 46 segundos. La imagen del juez ayudando a entrar en meta a Pietri es una de las imagenes más impactantes del olimpismo. 

Pietri y su copa de plata.

Pero la tragedia para Pietri llegó detrás de él. Cuando Hayes llegó al estadio, Pietri no había llegado a la meta, y la delegación estadounidense reclamó que Pietri fue ayudado a llegar a la meta. Así fue, y el pequeño italiano de Reggio quedó eliminado de la prueba. Hayes se convertiría en el ganador oficial de aquel maratón. Sin embargo la fama se la llevó este corredor italiano que en sus inicios trabajaba de ayudante en una fábrica de confección. La pasión y esfuerzo con la que luchó para conseguir su objetivo fue recompensado por todo el público inglés. incluida la reina Alejandra, que premió a Pietri con una copa de plata y sus felicitaciones. La gesta de Pietri hizo que se convirtiera en leyenda. Después de todo lo sucedido Pietri recibió muchas ofertas para participar en carreras benéficas y de exhibición. Incluso Irving Berlín compuso una canción llamada Dorando. Tras estos años donde consiguió su buen dinero, Pietri se retiró a los 26 años de edad. Invirtió el dinero en un hotel, acompañado de su hermano, pero fracasó. Finalmente abrió un taller mecánico en San Remo. Con 56 años tras un paro cardiaco, perdió la vida un segundón en la maratón, pero un campeón en esfuerzo y corazón.